Por un lado, Israel es un importante exportador de armamento convencional de guerra. Pero, por el otro, y más grave, compra aviones, cohetes teledirigidos y misiles, con los cuales masacrar a los palestinos de Gaza, los adquiere en países como Estados Unidos (65,6%), Alemania (29,7%) e Italia (4,6%).
Hace pocos días, Gran Bretaña suspendió al menos 30 de sus contratos de ventas a Israel, argumentando que, en su cacería a Hamas, no hace lo suficiente para proteger a los civiles, de los cuales ha matado al menos a 40 000, y otras faltas contra el Derecho Internacional Humanitario.
Las ventas de armas del Reino Unido a Israel son pequeñas en comparación con el total de Israel, pero el primer ministro israelí denunció la decisión del Reino Unido como "vergonzosa".
Según la agencia AFP, Estados Unidos es, con diferencia, el mayor proveedor de armas a Israel, al que ha ayudado a construir uno de los ejércitos tecnológicamente más sofisticados del mundo.
Para el Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri), Estados Unidos representó 69% de las importaciones de armas convencionales importantes de Israel entre 2019 y 2023.
Cada año, Estados Unidos proporciona a Israel 3 800 millones de dólares (2 900 millones de libras esterlinas) en ayuda militar, en virtud de un acuerdo de 10 años que busca permitir a su aliado mantener "ventaja militar cualitativa" en el área.
Parte de la ayuda se destina a financiar programas de defensa antimisiles, incluidos los sistemas Iron Dome, Arrow y David's Sling, desarrollados conjuntamente.
Israel ha recurrido a ellos durante la guerra para defenderse de los ataques con cohetes, misiles y aviones no tripulados de los grupos armados palestinos en Gaza, así como de otros grupos apoyados por Irán con base en Líbano, Siria, Irak y Yemen.
En los días posteriores al ataque de Hamás del 7 de octubre, el presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos estaba "aumentando la asistencia militar adicional" a Israel.
Sipri afirmó que Estados Unidos entregó rápidamente miles de bombas guiadas y misiles a Israel a fines de 2023, pero que el volumen total de importaciones de armas israelíes desde Estados Unidos ese año fue casi el mismo que en 2022.
En diciembre de 2023, Estados Unidos hizo públicas dos ventas urgentes a Israel, sin revisión del Congreso. Una venta fue por 14 000 cartuchos de munición para tanques por un valor de 106 millones de dólares, mientras que la otra fue por 147 millones de dólares en componentes para fabricar proyectiles de artillería de 155 mm.
En marzo, los medios estadounidenses informaron de que el gobierno también había realizado discretamente más de 100 ventas militares a Israel desde el comienzo de la guerra, la mayoría de ellas por un monto inferior al que se requeriría para notificar formalmente al Congreso.
Se decía que incluían miles de municiones guiadas de precisión, bombas de pequeño diámetro, rompe-búnkeres y armas pequeñas.
En mayo, Estados Unidos suspendió por primera vez un envío de armas a Israel, ya que los representantes del Partido Demócrata de Biden en el Congreso y sus partidarios estaban cada vez más preocupados por el plan de Israel de lanzar una ofensiva terrestre en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
El mes pasado, la administración Biden notificó al Congreso que había aprobado la venta de armas a Israel por valor de 20 000 millones de dólares.
Se trataba de un paquete de 18 800 millones de dólares para la compra de hasta 50 aviones F-15IA y kits de actualización para 25 aviones F-15I que Israel ya posee; una cantidad no especificada de camiones de carga de 8 toneladas por valor de 583 millones de dólares; 30 misiles aire-aire de alcance medio por 102 millones de dólares; y 50 000 proyectiles de mortero de 120 mm por 61 millones de dólares. Sin embargo, no se espera que esas armas sean entregadas a Israel hasta 2026 como mínimo.
Alemania es el siguiente mayor exportador de armas a Israel, representando el 30% de las importaciones entre 2019 y 2023, según Sipri.
En 2022, Israel firmó un acuerdo de 3.000 millones de euros (3.300 millones de dólares; 2.500 millones de libras esterlinas) con Alemania para comprar tres submarinos diésel avanzados de clase Dakar, cuya entrega estaba prevista a partir de 2031. Reemplazarán a los submarinos de clase Dolphin, de fabricación alemana, que actualmente utiliza la Armada israelí.
El año pasado, las ventas de armas de Alemania a Israel ascendieron a 326,5 millones de euros, un aumento de diez veces en comparación con 2022, y la mayoría de esas licencias de exportación se otorgaron después de los ataques del 7 de octubre.
El gobierno alemán dijo en enero que las ventas comprendían equipos militares por valor de 306,4 millones de euros y "armas de guerra" por valor de 20,1 millones de euros.
Según la agencia DPA, entre estos últimos se encuentran 3 000 armas antitanque portátiles y 500 000 cartuchos para armas de fuego automáticas o semiautomáticas. La mayoría de las licencias de exportación se concedieron para vehículos terrestres y tecnología para el desarrollo, montaje, mantenimiento y reparación de armas.
Italia es el tercer mayor exportador de armas a Israel, pero representó solo el 0,9% de las importaciones israelíes entre 2019 y 2023, según Sipri. Según se informa, entre ellas se incluyen helicópteros y artillería naval.
La Campaña contra el Comercio de Armas (CAAT), un grupo de presión con sede en el Reino Unido, afirma que las exportaciones y licencias militares de Italia a Israel ascendieron a 17 millones de euros en 2022.
En 2023, las ventas de "armas y municiones" ascendieron a 13,7 millones de euros, según Altreconomía citando cifras oficiales.